GI-ESCR contribuyó a la Observación General sobre los derechos del niño y el medio ambiente emitido por el Comité de los Derechos del Niño
La Iniciativa Global para los Derechos Económicos, Sociales y Culturales (GI-ESCR) presentó una contribución escrita para colaborar con el proyecto de Observación General Nro. 26 sobre los derechos del niño y el medio ambiente, con especial atención al cambio climático, del Comité de los Derechos del Niño (CRC).
En atención a la invitación del CRC a presentar aportes y comentarios sobre el proyecto de Observación General, GI-ESCR presentó una contribución con el objetivo de fortalecer las consideraciones del proyecto sobre transiciones justas y resaltar problemas críticos para los enfoques de los derechos de niños y niñas en la justicia ambiental. En particular, los aportes al proyecto abordaron dos cuestiones principales:
En primer lugar, los aportes presentados se refieren a los riesgos y oportunidades que la transición a la energía renovable representa para la realización de los derechos de niños y niñas. GI-ESCR destacó que la energía renovable tiene el potencial de socavar u obstaculizar los derechos de niños y niñas, señalando que proyectos de energía renovable a gran escala han replicado prácticas extractivas perjudiciales que constituyen abusos de derechos humanos. Por lo tanto, para evitar que la transición a la energía renovable reproduzca desigualdades existentes o genere nuevos abusos, quienes lideran la transformación deben seguir los principios de derechos humanos. En este sentido, GI-ESCR subrayó que los estándares para guiar el desarrollo de un sistema energético global se pueden encontrar en la Convención sobre los Derechos del Niño.
En segundo lugar, la contribución pone a consideración del Comité la importancia de combatir la comercialización de servicios públicos en educación y salud para respetar, proteger y realizar los derechos de niños y niñas. GI-ESCR destacó que los servicios públicos mercantilizados son insostenibles, especialmente en momentos de crisis. Por ejemplo, durante la pandemia del COVID-19, el cierre generalizado de escuelas privadas y empresas de educación privada dejó a millones de niños y niñas sin escuela, profundizando las desigualdades estructurales en el acceso a la educación. En consecuencia, dada la repercusión de las crisis que vendrán debido al cambio climático, GI-ESCR enfatizó que, para respetar, proteger y realizar los derechos económicos, sociales y culturales de niños y niñas en medio del cambio climático, los Estados deben garantizar servicios públicos debidamente financiados y de calidad.
La contribución tuvo como objetivo aportar a esta herramienta crucial que aclara aún más las obligaciones internacionales de derechos humanos derivadas de la Convención sobre los Derechos del Niño y proporcionar orientación a los Estados sobre cómo abordar los impactos severos de la crisis climática en los derechos de niños y niñas.
Puedes leer la contribución aquí: