Análisis de GI-ESCR sobre las negociaciones en la COP28
La Iniciativa Global por los Derechos Económicos, Sociales y Culturales (GI-ESCR) participó en la 28ª Conferencia de Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), que se llevó a cabo del 30 de noviembre al 12 de diciembre de 2023 en Dubái, Emiratos Árabes Unidos.
En medio de una presidencia muy controvertida de la COP28 liderada por los Emiratos Árabes Unidos, las negociaciones sobre el cambio climático reunieron a más de 90.000 representantes de Estados miembros, organizaciones de la sociedad civil, grupos de interés y otros actores comprometidos con la política climática de todo el mundo.
El primer día de la COP28, después de décadas de movilizaciones de la sociedad civil, se estableció finalmente el Fondo para Pérdidas y Daños. Sin embargo, el Banco Mundial, como anfitrión interino del fondo, enfrenta críticas por su histórico fracaso en responder a las necesidades de los más vulnerables y afectados. Además, los Estados hicieron promesas iniciales por un monto de 700 millones de dólares en financiamiento para pérdidas y daños, pero estas promesas quedan cortas respecto a los miles de millones necesarios anualmente para abordar las pérdidas y daños sufridos por las áreas más vulnerables a la crisis climática. En este contexto, políticas fiscales verdes y progresivas pueden desempeñar un papel crítico para cerrar las brechas financieras necesarias.
Otros ámbitos de negociación dentro de las negociaciones sobre cambio climático de la ONU abren oportunidades para discutir la política fiscal en el contexto del cambio climático. Estos incluyen discusiones para definir el plan de trabajo del Comité Permanente sobre Finanzas, así como continuar el trabajo bajo el diálogo de Sharm el-Sheikh sobre el alcance del Artículo 2(1)(c) del Acuerdo de París. Estos dos espacios, centrados en aumentar y alinear los flujos financieros con el desarrollo resiliente al clima, abren vías para considerar la política fiscal como clave para movilizar la cantidad sin precedentes de recursos requeridos para una acción climática efectiva.
La discusión relacionada a impuestos al carbono y actividades contaminantes también se ha planteado en las negociaciones sobre cambio climático de la ONU como parte de los denominados "enfoques no relacionados con el mercado" previstos en el Artículo 6 del Acuerdo de París, que pueden mejorar la cooperación entre países para mitigar las emisiones de gases de efecto invernadero. La lógica es que poner un precio a las actividades contaminantes no solo puede generar ingresos importantes para el Estado, sino también fomentar un cambio en los patrones de producción y consumo que promuevan prácticas más sostenibles.
En relación con las negociaciones sobre la transición justa, vale la pena destacar que por primera vez se adoptó un programa de trabajo sobre transición justa y equitativa en la COP28. Esto permitirá la creación de una nueva corriente de negociaciones dentro del marco de la ONU sobre cambio climático para discutir medios para lograr los objetivos del Acuerdo de París a través de un plan integral para transformar la energía, la fuerza laboral y las estructuras sociales y económicas. Resulta relevante que el texto final del plan de trabajo incorporó una perspectiva de derechos humanos y de género, junto con el reconocimiento de la necesidad de garantizar enfoques inclusivos y participativos. La nueva vía de negociación sobre transición justa brinda así la oportunidad de discutir las implicancias de justicia social de la política climática en todos los ámbitos de negociación sobre cambio climático de la ONU.
Finalmente, en los resultados del Balance Global, vimos un reconocimiento histórico de la necesidad de alejarse de los combustibles fósiles. Esta es una victoria que ayudará a impulsar una transición energética justa hacia energías limpias y renovables; sin embargo, la declaración carece de urgencia. No menciona un compromiso claro y con un plazo definido para eliminar claramente los combustibles fósiles de acuerdo con las recomendaciones críticas del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC). Además, los resultados del Balance Global contienen un lenguaje que permite seguir utilizando combustibles fósiles fomentando falsas soluciones a la crisis. Todavía queda mucho trabajo por hacer para garantizar una eliminación rápida, justa, financiada y equitativa de los combustibles fósiles.
GI-ESCR fortalecerá su participación en espacios de la CMNUCC para impulsar las agendas de política fiscal y transición justa como centrales en el debate climático y contribuir a alinear la política climática con los principios de derechos humanos e igualdad de género.